Ese día, un terremoto se sintió en todo el mundo.
El monstruo calificado como "Calamidad" el Dragón de la Tormenta Veldora desapareció.
Aunque estuvo sellado durante 300 años, todavía era considerado una "Calamidad"
Su desaparición implicaba que había aparecido en otra parte del mundo.
Pero 20 días después del reporte de su desaparición, la Iglesia santa del este declaró que su presencia se había desvanecido completamente.
El Conde Nidole Maigam estaba indignado.
「¡¡¡Esto es absurdo!!!」
Maldijo al recordar las palabras del cardenal.
Cardenal Nicholas Shpertas.
Tan sólo recordar su nombre le enfadaba.
「Ya que la amenaza conocida como Dragón Tormenta Veldora ha desaparecido, la Iglesia santa del este detendrá inmediatamente el subsidio que ha estado ofreciendo hasta ahora.」
Con esas palabras el cardenal puso fin a la discusión.
Ignoró todo lo que le dijeron, aunque les hubiera hecho esperar 3 horas.
Si bien es cierto que los fondos les habían sido dados para combatir emergencias…
Pero las tierras que bordeaban al Gran bosque Jura – Propiedad del Conde – es la primera línea de defensa del reino Farmas.
Es decir, a pesar de que el dragón de la tormenta Veldora había sido sellado, aún representaba una amenaza.
Y también lo era para los monstruos.
No, él era una amenaza únicamente para los monstruos.
La desaparición de esta amenaza significaba que los demonios empezarían a moverse.
A pesar de que es necesario fortalecer la seguridad fronteriza, esta seguridad se desvaneció.
Esa es la causa del resentimiento del conde Nidole Maigam.
Y aunque la Iglesia santa del este tenía razones válidas. Ninguna de ellas le importaba a Nidole.
¿Cómo iba a proteger sus tierras ahora?
No tiene dinero para contratar mercenarios.
Y los aventureros no son fiables en emergencias.
Como último recurso, podría pedirle al rey… pero solo recordar su rostro le hizo desesperarse.
Le sería difícil explicar cómo había estado administrando los fondos del subsidio hasta ahora.
Sin una amenaza, es natural que los gastos de defensa sean usados en otras cosas.
Y si la situación empeorase, tendría que subir los impuestos.
El solo pensarlo hizo que Nidole frunciera el ceño.
Mientras regresaba a su territorio en un carruaje, empezó a pensar contramedidas.
Nidole no podía pensar en nadie, ni siquiera para que se hiciera cargo de los monstruos.
.
Sin embargo, Nidole no era el único preocupado por la situación.
El reino de Farmas es un país con un fuerza militar moderada, por lo tanto hasta ahora se han abstenido de expandir sus fronteras.
Esto también puede ser peligroso para ellos.
Cumpliendo las expectativas de Nidole, muchos ministros estaban planeando reducir el presupuesto de defensa.
No obstante, otros países cercanos al bosque de Jura no podían permitirse algo así.
Para no caer en la desgracia, debían afrontarlo por sí mismos.
Los reyes y ministros en cada país se reunieron para informarse y elaborar estrategias.
Uno de estos individuos con problemas es el Barón Belouard, ministro del pequeño país llamado Brumund.
「Solo hay una razón para que hayas venido, ¿Has oído del Dragón de la Tormenta Veldora?」
Con una agobiante actitud, el Barón dirigió su pregunta al hombre que había entrado a la habitación.
Un hombre bajo pero con una expresión seria que no desvió la mirada.
「Por supuesto, Barón」
Dio una respuesta corta.
Su voz era profunda y áspera.
「Hmn, ¡Cómo era de esperarse de un maestro de gremio!... ¿Crees que te voy a decir eso?」
El Barón Belouard bufó y continúo hablando como si estuviera escupiendo cada palabra.
「Entonces, ¿Qué piensa hacer el gremio?」
「Nada en particular, No hay nada planeado que yo sepa」
「¿Qué? ¿Escuché bien?…¿Me estás diciendo que no tenéis ninguna contramedida?」
「Sí, no creemos que sean necesarias」
El maestro de gremio respondió apáticamente.
Su rostro expresaba la duda: ¿Por qué el Barón Belouard está enojado?
Y aunque el Barón lo notó siguió hablando como si nada.
En primer lugar, si preguntara, le respondería…
「Lo que tendréis que hacer, me imagino. ¡La desaparición del dragón de la tormenta sin lugar a dudas es un complot de los monstruos! ¿¡No necesitamos contramedidas para eso!?」
「Lo que has dicho es gracioso. El país es quien debe preparar contramedidas. Nosotros somos un Gremio autónomo, no voluntarios, ¿Sabes?」 {Zasca}
Así era.
Como autónomos no estaban sujetos al sistema del país.
En comparación con los trabajadores normales, no tenían un estilo de vida fijo.
Sin embargo, poseían estatus sociales, y podían poseer tierras.
Por lo que estaban obligados a pagar impuestos.
Para explicarlo, tomaremos como ejemplo a un cocinero. {Esto es un poco chorra y pensé quitarlo, pero ahí está}
El cocinero que pertenece al país paga el impuesto de estatus social así como un porcentaje de los ingresos. A cambio, el país protege su vida y bienes.
Por otra parte, el cocinero que pertenece al gremio paga menos impuestos, ya que la tasa es del gremio y no del país, y a cambio, el gremio le proporciona únicamente protección.
No obstante, proteger sus bienes se vuelve todo un problema.
Así mismo, al cocinero ciudadano se le permite abrir una tienda en el castillo, y sus hijos pueden heredarla.
En cambio, un miembro del gremio no tiene tales privilegios, por lo que la tienda la establece cerca del castillo.
Además, aunque tenga éxito con su tienda no podrán heredarla sus hijos{Porque la tienda es un bien}.
En base a esto, los ciudadanos discriminan y odian a los miembros del Gremio Autónomo.
Este sistema no solo se aplica en Brumund, de hecho, funciona igual en todos los países.
Vale la pena mencionar que el Gremio Autónomo supera todos los regímenes actuales y es considerado la organización más poderosa…
Sea casual o a propósito, operan en los países con una apariencia de sociedad clandestina.
「Proteger la propiedad de los ciudadanos es el deber fundamental de un país, ¿no es así? Al igual que nosotros tenemos la obligación de proteger a nuestros asociados. ¿No te parece que ambos vamos a tener complicaciones…?」
Al oír tales palabras arrogantes, el Barón Belouard no pudo ocultar por más tiempo su ira.
Desde la mañana, nada ha ido como él quería.
「¡¡¡He tenido suficiente de esta charla sin sentido!!! ¿Cuántos soldados puede proporcionar el Gremio Autónomo? ¿Cuántos aventureros son combatientes? ¿Cuántos pueden encargarse de proteger esta ciudad?」
El Maestro del Gremio solo pudo suspirar.
「No te confundas, nosotros no somos un grupo de voluntarios. Si deseas que nos movilicemos en conjunto con las fuerzas del país, quizás puedas reunir al 10% de nuestros asociados, si quieres más, tendrás que remunerarnos {Pagarnos} adecuadamente.」
Diez millones de personas viven en Brumund.
De ellos, siete mil son miembros del gremio – Esto sin incluir a sus familias.
En caso de llegar a un acuerdo, el Gremio Autónomo proveería el 10% de sus miembros (Alrededor de 700 personas) para servir al país.
Como nota aparte, los miembros del gremio de este país no se pueden englobar con los miembros de otros países. Por lo tanto, aún siendo autónomos, son leales.
Además, hasta que la movilización se haga oficial el impuesto estará fijado en el 20%.
Aunque sea establecido a la fuerza, no se puede abusar de ello, ya que sin duda los ingresos se verán afectados.
En primer lugar, no es como si el gremio fuese a adueñarse de esos impuestos.
Además, tomar el impuesto y comunicarlo al gremio es casi imposible.
Ya que la mitad de sus miembros no son combatientes.
Hacer al rey entender esto es difícil.
Por esa razón, normalmente se evita la colaboración… pero esta no es una situación normal.
Los monstruos se están moviendo.
Esa en sí misma es una gran razón.
Pero, esa no es la razón más importante…
「Suficiente, oye, Hughes. ¿Qué es lo que realmente piensas?」
El maestro del gremio, Hughes se sorprendió al ser llamado repentinamente por su nombre.
Y por primera vez miró al Barón Belouard directo al rostro.
「Nosotros teníamos un pacto de no agresión en las tierras donde el dragón de la Tormenta Veldora estaba sellado. Ahora el imperio podrá reclamar esas tierras.」
「¡Exacto! Tal vez por no confrontar a Veldora o por miedo a dañar el sello. ¡¡¡No lo sé, sin embargo, han comenzado a moverse!!!
¿Entiendes? Si reclaman ese bosque, todos los países serán tragados. ¡Incluyendo la Iglesia Santa del este!
¡Los países alrededor del bosque de Jura que no se preparen apropiadamente terminaran bajo el dominio del Imperio en un abrir y cerrar de ojos!」
「La iglesia… no se moverá. A ellos no les interesan los asuntos mundanos. Para ellos, vencer a los demonios es su deber sagrado.」
「Como digas. Pero si un caballero decidiera moverse, y a no ser que el imperio haga algo estúpido… cuando no estén peleando con los monstruos, de algo tendrán que vivir, ¿No crees?」
「Imposible… para la iglesia, todos los países pueden caer y ellos no moverán ni un solo dedo. La iglesia no se va a esforzar por salvar a cada uno de sus creyentes.」
Mientras miraba la cara del Barón, Hughes pensó:
Se ve tan exhausto.
Parece que envejece un año al día.
La verdad es que son amigos de infancia.
Pero para el Barón es inconveniente que el público se entere que ellos son muy amigos.
Por lo tanto, ellos aparentan odiarse mutuamente.
Este pequeño país sería incapaz de resistir solo todos los problemas que se avecinan.
Pero tal vez todo esto tan solo sea una especulación.
Es muy cierto que el imperio ha comenzado a moverse, pero ni siquiera les ha empezado a invadir.
Si fueran solo los monstruos, podrían poner un montón de contramedidas.
「El imperio aún no ha revelado sus intenciones, ¿Verdad?, como sea, iré a investigar por mi cuenta.
No esperes mucho, pero trataré de ver lo que está pasando en el bosque de Jura e investigaré los movimientos del imperio.」
「Lo siento… y gracias.」
Así que el imperio aún no ha decidido moverse.
E incluso si se mueven… mejor dicho, si atacan, será una guerra a gran escala. Ni siquiera ellos podrían ignorar las escaramuzas y emboscadas.
Con cien mil soldados, podrían aplastar a todos los países de alrededor.
Pero necesitarían una amplia preparación.
Por lo menos… 3 años.
「Bueno, me retiro a recabar datos. El pájaro mañanero coge el gusano{WTF}, ¿Verdad?」
「Por favor…」
Y con un saludo, los dos se despidieron.
Sobre sus hombros llevan una carga tan pesada como una montaña.
.
.
El cardenal Nicholas Shpertas se despidió del Conde Nidole Maigam con una leve sonrisa.
「¡Esa sanguijuela!」
Exclamó con una benevolente sonrisa y suspiró.
No cree en Dios, solo le interesa el dinero y el poder de la Iglesia.
Nicholas estaba probando al Conde Nidole Maigam.
No solo él.
Todos en la iglesia pensaban de igual forma.
『Quien crea en dios debería jurarle lealtad al Imperio sagrado Ruberios!』
La Iglesia santa del este tomó la fe del imperio y eligió al Papa como su gobernante.
En lo que a ellos respecta, el Imperio sagrado es el templo principal, y todos sus ciudadanos son creyentes.
Además, aquellos que viven en otras ciudades incluso si no tienen fé deben recordar que mentir está castigado.
Dios es la prioridad absoluta.
Por lo tanto, todos aquellos idiotas que ponen excusas en contra de volverse ciudadanos del Imperio no merecen misericordia.
Esa era la opinión de todos los que servían bajo las órdenes de Nicholas.
Nicholas mismo era de la opinión de que todos los herejes que no creen en Dios deben ser asesinados.
Pero hubo una persona que ofreció una sonrisa cínica ante aquellas palabras.
La viajera de mundos Sakadachi Hinata.
Ella dijo esto,
『Pierdes tu tiempo. Es prácticamente imposible cambiar el corazón de las personas que creen en otros dioses. En lugar de eso, extiéndeles tu mano, y acepta a sus dioses. Ese es lo mejor que puedes hacer.
Sálvalos de los monstruos y convéncelos de que tú representas la justicia. Y ya que siempre hay guerras, ¡En esos momentos problemáticos ofréceles tu ayuda! Los monstruos y la humanidad son enemigos aférrimos, pero esto también se aplica a los humanos, ¿Verdad?
Es innecesario iniciar una agresión. La gente normal es idiota, si les salvas cuando están en problemas, ellos rápidamente creerán. ¿Acaso no es esa la razón del existir de la iglesia{joder, lo ha clavado}?』
La chica era pragmática.
No promovía el ateísmo ni rechazaba la religión.
Simplemente los utilizaba a ambos.
Nicholas que parecía tener un enfoque sereno tenía una mirada tan fría en el rostro que parecía un asesino.
「¡Lo único que necesitamos es esperar! ¡Deja que las fuerzas de los países terrenales caigan! ¡Y entonces, demándales que paguen sus deudas!」
Esas palabras hicieron que se estremeciera.
¿Fue excitación o miedo?
Sin embargo, Nicholas obedeció.
Por esto, la iglesia ha cambiado mucho durante estos 10 años.
Su influencia habla por sí misma, en tan sólo 7 años se convirtió en un tema discutido en todas las naciones.
Después de haber logrado todas esas hazañas, Nicholas fue promovido de obispo a cardenal.
Y todo fue gracias a esa chica.
「Bueno, tal como dijo, hasta las sanguijuelas pueden ser útiles…」
{Supongo que lo de antes fue un flashback mental}
Nicholas estaba considerando la situación actual.
Los movimientos del imperio no son claros, y los monstruos cada vez están más activos.
Definitivamente estaré muy ocupado a partir de hoy.
¿Qué haría esa chica?
Creo que es buena idea tratar de contactar con ella.
En este momento ella debe de haberse convertido ya en…
La líder de la guardia imperial, directamente bajo las órdenes del Papa, Caballero Santo Sakadachi Hinata.
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